Luis del Pino ha tenido en su programad Sin Complejos de este sábado a Pilar Díaz en el estudio. Víctima del terrorismo, Díaz se quedó huérfana con ocho años cuando los asesinos de ETA mataron a tiros a su padre en una emboscada en 1985. Era Policía Nacional y se llamaba Máximo Díaz Bardera.
Para Díaz, las razones para acudir a la concentración convocada por Voces contra el Terrorismo están muy claras: "Por vuestras obras os conocerán", ha dicho. Además, ha recordado que cuando la Rebelión Cívica se plantó en Madrid en la pasada legislatura, "cuando iba en la pancarta y miré hacia atrás y vi a toda esa gente maravillosa, me sentí menos huérfana".
Por el contrario, también ha recordado como en los duros años que tuvo que vivir en el País Vasco tras la muerte de su padre, cada vez que la sociedad miraba hacia otro lado "hacía que me sintiera una apestada".
La historia de Pila Díaz, como la de todas las víctimas del terrorismo es desgarradora. Al borde de las lágrimas ha recordado en los estudios de esRadio este sábado cómo "ya éramos víctimas del terrorismo desde que nacimos por el hecho de ser hijos de nuestros padres, hijos de policías y guardias civiles". Tenían que "vivir en guetos, en zonas aisladas que a la vez estaban mezcladas con el resto de la población civil, lo que hacía que la seguridad fuera complicada".
Cuando sólo contaba con 6 o 7 años, ha recordado como "papa nos enseñaba a que teníamos que pegar la espalda contra la pared al caminar por determinados sitios". En aquella época y "antes de que mataran a papa, jugábamos en un patio de la casa cuartel, con vallas de espinos y escoltadas por unos señores con metralletas con agujeros enel cañón y cubiertos de munición y gracias a ellos podíamos tener un ratito para jugar".
También ha recordado cómo mataron a su padre, a quien ETA asesinó en una emboscada a tiros junto a su compañero Francisco Rivas López. Noches después "mi abuela nos despertó en mitad de la noche y en pijama tuvimos que salir escoltadas en unas lecheras de la Policía, como si fuéramos nosotros los bandidos y los furtivos".
Además, señala que "al ser víctima del terrorismo, la sociedad que mira hacia otro lado, hacía que me sintiese una apestada". Por el contrario, "cuando en Madrid en la primera manifestación donde conocí a José Alcaraz y vi a todo ese mar maravilloso de personas que estaban conmigo, quiero darles las gracias porque me hicieron sentir por primera vez menos huérfanas".
En este sentido, ha dicho que los motivos para acudir a la concentración de este sábado son muy claros: "Por vuestras obras os conocerán". Y ha señalado que "lo que no entiendo muy bien es por qué alguien que dice que no negocia con los terroristas mantiene puertas abiertas para con ellos, como la resolución en el Congreso que les permite negociar con ETA, o que no hayan disuelto los ayuntamientos de ANV".