El periodista Jaime Peñafiel, enemigo número uno de la princesa de Asturias, ha criticado en su columna del diario República.es por enésima vez a Letizia. En esta ocasión el motivo de la discordia son unos pañales.
En una columna titulada El pipí de Sofía Peñafiel cuenta que, según ha podido saber de la periodista Consuelo Font, la anécdota "sucedió a bordo de un avión de Iberia, al regreso de un viaje familiar. En un momento dado, Letizia tuvo necesidad de cambiar el pañal o dodotis a la pequeña Sofía. Según testigos, lo hizo sin moverse del asiento que ocupaba en clase business".
Según critica el periodista, "hasta aquí, todo normal. O casi. También pudo haberlo hecho en los lavabos del avión". No obstante, como ha indicado Alaska, "la segunda parte de la controversia es que le entregó el pañal a la azafata". Beatriz Cortázar ha añadido que "toda la historia es que la niña se hizo pipí y que, como iba en primera, la cambió en el asiento y le dijo a la azafata, toma, sólo es pipí.
Así precisamente lo cuenta Peñafiel, pero desde su punto de vista: "lo peor, vino a continuación cuando llamó a una azafata, me imagino que a la jefa de cabina, para entregarle el dodotis. Eso sí le advirtió, según cuenta la compañera que no yo, que solo era... pipí. Cierto es que también podía haber sido peor". Tanto Federico como los colaboradores de Crónica Rosa han coincidido en señalar que "es normal lo que hizo Letizia" porque "qué iba a hacer con el pañal".
Alaska ha contado otra anécdota protagonizada en esta ocasión por los hijos de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. "Un músico me contó que en un viaje México–Madrid iban en primera clase, arriba, Froilán y Victoria Federica y que no pararon". Lo curioso, es que "sus padres iban en otro sitio para dormir tranquilos, mientras molestaban a otros pasajeros". Beatriz ha apuntado que "esos niños nunca han estado bien educados, la más temida es Victoria Federica".
La serie de la Duquesa
Este lunes Telecinco emitió el primer capítulo de la segunda parte de la serie sobre la duquesa de Alba. En esta ocasión el filme se centra en el matrimonio de Cayetana con Jesús Aguirre.
Beatriz Cortázar ha contado que "estuve hablando por teléfono con la duquesa por la mañana y me dijo que está horrorizada e indignada". Según ha explicado la periodista, "la serie desde casa es muy buena pero a los Alba no les ha gustado". El motivo sería por la forma en que retratan a Aguirre.
"Está muy enfadada porque es un suma y sigue después del libro de Vicent", donde tampoco quedaba bien parado el difunto marido de la duquesa de Alba. Cortázar ha explicado que "ella tiene su imagen de su marido, de hecho siempre dice que es el hombre al que más ha querido". Según le ha dicho la duquesa a Beatriz, "Aguirre no es soberbio, simple, déspota..."
Federico Jiménez Losantos, que conoció a Aguirre, ha apuntado que "era un soberbio vanidoso hasta la extenuación, contó hasta el primer revolcón con la duquesa". Carlos Pérez Gimeno ha indicado que "a lo mejor con ella no lo era, pero era imposible". Federico ha opinado que "si te casas con una señora que tiene hijos de un matrimonio anterior, aunque sea por ella o por lo niños no cuentas lo que haces en el sofá. Cierto que ella luego decía todos los días". El director de Es la Mañana... ha aclarado que "Vicent se queda muy corto en el libro de lo que se decía en aquel grupo de amigos".
Beatriz ha añadido que la duquesa le dijo en la conversación telefónica que "Aguirre hizo mucho por la Casa de Alba". Algo con lo que coincide Federico, "el enlace es de la Casa de Alba con el PSOE a través de alguien que no tuviera peligro, con alguien que no vaya a sorprenderse, por eso lo casan con su confesor".
Jiménez Losantos ha continuado explicando que "Aguirre organiza la fundación y durante los primeros años del felipismo la arquitectura fiscal que permite salvar todo el patrimonio de la Casa de Alba, ya que había gente que lo quería expropiar todo".
Otro de los aspectos que no han agradado a Cayetana, según Cortázar, es que "en la serie aparece como que la aristocracia le dio la espalda con ese matrimonio, sin embargo la duquesa, que se pasa la aristocracia por sus diademas, me decía ayer que en su boda estuvieron las infantas Pilar y Margarita, el Duque de Cádiz o que los reyes han comido en nuestra casa muchas veces".
Por último, también ha enojado a la duquesa de Alba "la imagen de altiva que dan de ella". Teniendo todo lo que tiene, asegura Cortázar, "no tiene ni aviones privados ni yates, tiene un gran patrimonio pero no es una mujer ostentosa".