Como cada semana, Federico Jiménez Losantos ha analizado la prensa rosa, en esta ocasión arremolinada en torno a la boda torera de la semana. Porque como han comentado Alaska, Carmen Jara, Carlos Pérez Gimeno y Carmen Carbonell todo el que es alguien estaba en esa boda, y dando qué hablar.
Y es que Jose Mari Manzanares, como destacaba Carmen Jara "se ha casado con su novia de toda la vida, una belleza" aunque él no le hace ningún demérito: "El hijo es aún más guapo que el padre" apuntó Federico.
La novia se ha llevado toda clase de halagos de esRadio: a Cortázar le recordaba a Belén Rueda, como "un calco" mientras que a Federico le asemeja más a Mónica Pont, pero así como "más jacarandosa".
Pero en nuestra Crónica Rosa también se ha hablado de los acontecimientos menos amables de este enlace, que los hay, y muchos.
Por ejemplo, la ausencia del padre de Jose Mari Manzanares, "la ausencia más destacada de la boda" destacaba Pérez Gimeno. Nuestros tertulianos han especulado con las posibilidades, pero ha sido finalmente Beatriz Cortázar quien nos ha enseñado las versiones posibles: la "oficial" y "la oficiosa". Y ambas son bien distintas. Y jugosas.
Carlos Pérez Gimeno nos contó algunos detalles sobre el gran despliegue del convite: cena, recena, comida, barra libre... y algunas copitas de más entre algunos invitados.
Vuelan televisores entre Javier Conde y Estrella Morente
Una de las parejas "más esplendorosas" fue la formada por Javier Conde y Estrella Morente, que brilló con luz propia durante el enlace: guapos, jóvenes, bien vestidos...pero no muy bien avenidos. Todo comenzó cuando, ya después de la fiesta de la boda todos se fueron al hotel donde dormían. En mitad de la noche, comenzaron a oír "griterío, ruidos, jaleo, bronca" justo los de las habitaciones de al lado de Morente y Conde. "Se veían los muebles volar y las televisiones de plasma" contó Gimeno. Hasta que llegó la Guardia Civil...a quien avisó Cristina Tárrega, que no podía dormir con el escándalo.
¿Por qué discutió la pareja? Cortázar nos lo cuenta: "Javier conde se quiso quedar un rato más en la fiesta de la boda, y le dijo a Estrella, 'vete que ya me quedo yo'" y fue lo que hizo, pero se armó. A Alaska la historia le ha parecido como "el chiste de la señora del rodillo".
Carmen Carbonell recordaba lo dicho por el propio Javier Conde para explicar el escándalo con su pareja: "No puedo negar que hubo un enfado con mi mujer, sobre todo porque yo me fui de fiesta con unos colegas de profesión, llegué borracho al hotel y Estrella se enfadó, pero no hubo nada más, sólo que nos pusimos algo nerviosos por la situación".