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La batalla del Ebro: "La estrategia de Negrín, la de Stalin, era mantener la guerra"

Federico Jiménez Losantos y César Vidal abordan la batalla del Ebro y las verdaderas intenciones de Negrín.

Breve Historia.. La Batalla del Ebro

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Federico Jiménez Losantos y César Vidal analizan este martes una de las principales batallas de la guerra civil española, la del Ebro. Federico se ha encargado de describir la importancia de ese episodio de la contienda nacional: "Según la generación de nuestros padres, la batalla del Ebro fue La Batalla. Se decía incluso que había un millón de combatientes en cada bando". El número de muertos también fue muy elevado. César cifra en 60.000 los muertos durante esta contienda.

La batalla del Ebro fue "una ofensiva que se pudo evitar porque la situación del ejército de la República era la de uno que ha perdido ya la guerra", explica César Vidal. Sin embargo, "la estrategia de Negrín, que es la del PC, que es la de Stalin, era mantener la guerra abierta en el sur de Europa hasta decidir qué hacer con Hitler y cómo repartirse el centro y este europeos".

Negrín, prosigue César, pretendía "impedir la llegada de Franco a Valencia" y la "supervivencia indefinida del bando republicano hasta que llegara una paz negociada con intervención internacional o pudieran enlazar el conflicto con una supuesta guerra mundial que se pensaba en aquel momento que iba a estallar". Federico apunta que "si hubiera sido así, Stalin hubiera pactado con Hitler la repartición de Polonia y España".

El 1 de mayo del 38 Negrín lanza un discurso, el de los 13 puntos, que "aboga por una solución pactada mientras prepara la ofensiva", explica Vidal. Así, durante abril y mayo del 38 – prosigue - el bando republicano "pasa por la frontera francesa, y eso que decían que estaba cerrada, más de 25 mil toneladas de material de guerra proveniente especialmente de la URSS, del que destacan un centenar de aviones I-16, los ratas, muy superiores a los alemanes".

La batalla

César Vidal relata que "escogen un punto del río para pasar y cogen por sorpresa al ejército nacional a pesar de los avisos sobre la concentración de fuerzas". Las alarmas se habían desoído porque "no se lo creían ya que el ejército de la República estaba desintegrado después de batallas como la de Teruel o Levante".

El 25 de julio "consiguen todos los objetivos pero el 27, viendo que el avance no es tan fácil, Líster dicta una orden copiada del sistema soviético que establece que cualquiera que abandone su posición será fusilado", subraya Vidal. Entre los días 30 y 31 la ofensiva entra en crisis y se da la orden de suspender los ataques y atrincherarse.

De esta forma, asegura César Vidal, "en sólo 6 días se ve que la ofensiva no puede prosperar quedando el ejército del Ebro en muy mala situación ya que está en una área de 30 km y con el río a la espalda, lo peor que le puede pasar a un ejército".

La intervención de Azaña

La situación es tan grave, según César, que "Azaña pensó en formar un gobierno, destituir a Negrín y negociar la paz". Algo que no hizo porque, como recuerda Federico, "no tenía valor y encima no tenía a Indalecio Prieto cerca". César explica que "Azaña pensó en incluir a Besteiro, el único que se había manifestado a favor de la democracia, que no estuvo vinculado con las checas o la revolución y que se oponía a la bolchevización del PSOE". Federico apunta que "hay que añadir a la falta de valor de Azaña, que los soviéticos te mataban de una forma atroz".

Finalmente Azaña no realiza sus planes acobardado por "la demostración de fuerza aérea que realiza Negrín y el PC en los cielos de Barcelona y los innumerables telegramas que le llegan asustándole". Así, Negrín "da una vuelta más de tuerca cuando el 16 de agosto forma un nuevo gobierno orientado a crear en España una democracia popular a imitación de Polonia o Checoslovaquia a través de un partido, el Frente Nacional, integrando a algún socialista", asegura César. Sin embargo, resalta Vidal, "los que mandarían en el partido serían los comunistas bajo las órdenes de Stalin".

Mentiras de la historia

Entre las mentiras más repetidas en relación con la guerra civil española está la de minimizar el papel del PC insistiendo en hablar de un ejército republicano y no de uno rojo. César aclara que el bando republicano contaba con un ejército rojo, "del que se sentían orgullosos". Vidal explica que "cambiaron las insignias de la República por las del ejército rojo: asumen la estrella de cinco puntas, el saludo con puño acercándoselo a la sien, se copia incluso instituciones del ejército rojo como el comisario político o el de la cultura..."

Como muestra de la bolchevización del ejército de la República, César explica que "la distribución de mandos en la batalla del Ebro no puede ser más clara tanto Tagüeña como Líster, al mando de los 2 cuerpos de ejército, eran comunistas".

El motivo por el que este hecho se ha tratado de ocultar es, según César Vidal, "porque no quieren reconocer que la España del Frente Popular era una satélite de Stalin, ya que quedaría deslegitimada".

Recomendaciones bibliográficas

César Vidal nos recomienda:

  • Título: "EL LIBRO NEGRO DEL COMUNISMO"
  • Autor: VVAA
  • Editorial: Ediciones B

Durante años – y de manera totalmente injustificada – El libro negro del comunismo fue para el lector español una rareza bibliográfica. Tras su publicación en los años noventa por Espasa-Calpe y Planeta nunca volvió a ser editado a pesar de la demanda que existía. Ahora Ediciones B ha vuelto a sacarlo al mercado permitiendo que se pueda conocer la realidad de lo que significó el comunismo: cien millones de inocentes asesinados durante el s. XX; la creación del primer estado totalitario de la Historia; la consagración del Terror como arma política y, de manera bien significada, la miseria y el hambre. Sin duda, se trata de una lectura obligada para todos aquellos que creen en las bondades del pensamiento y de los experimentos socialistas.

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