En España existe, aunque muy pocos lo saben, una medicina VIP a la que tienen acceso los ricos y famosos, como por ejemplo el Rey. Pocos lo saben porque como explica Jorge Alcalde en Es la Mañana de Federico "en España me sorprende la falta de información sobre la salud de nuestros mandatarios, nos hemos enterado de la enfermedad del Rey ya cuando estaba en el quirófano".
Alcalde subraya que la información sobre la salud de los altos mandatarios es totalmente transparente en otros países como Estados Unidos. "McCain comunicó que había sufrido una enfermedad y antes de la campaña electoral pidió un informe médico de 1.000 folios con el que informó a la opinión pública diciendo incluso hasta cuántas medicinas toma al día o sus niveles de colesterol".
La salud del Rey es un enigma. "Sabemos que todos los años pasa una revisión en la Clínica Planas de Barcelona y, a juzgar por los escuetos comunicados de Zarzuela, el Rey está perfectamente y el paso de los años no ha dejado secuela alguna en su salud, es como su tuviéramos un superhéroe como Rey", ha bromeado Alcalde.
Precios desorbitados
El director de la revista Quo ha subrayado que "en España existe una medicina de dos velocidades, es decir, unas pautas determinadas para personajes importantes que aceleran la recuperación de los enfermos". Alcalde ha subrayado que la clínica Ruber cuenta con el primer robot cirujano de España.
Entre los carísimos tratamientos que toma la familia real, ha destacado Alcalde, está el del rey Juan Carlos que "se somete desde hace años a una terapia antiaging que, entre otras cosas, incluye una fórmula magistral para situar sus marcadores bioquímicos en niveles óptimos", es decir, un tratamiento antienvejecimiento.
Los hospitales a los que va la familia real "tienen las comodidades de un hotel de lujo y las ventajas de la medicina de vanguardia, cuentan con servicio de botones, asistentes personales, guías turísticos..."
En la clínica Ruber de Madrid, ha asegurado Alcalde, donde dan a luz las infantas y la princesa de Asturias, "cuesta 6.000 euros sólo la asistencia del parto. Un simple chequeo cuesta alrededor de 1.200 euros".