La llegada de los Reyes Magos fue un acontecimiento que, veinte siglos después, seguimos celebrando. César Vidal nos ha contado que estos magos fueron auténticos y procedían de lo que hoy es la República Islámica de Irán.
Vidal ha señalado que "no eran magos tal y como lo conocemos ya que la palabra mago llegó a asociarse con la magia al igual que los caldeos en el Antiguo Testamento". César ha destacado que eran de una tribu persa que vivía en Irán muy aficionada a la astronomía". Sobre el número de reyes que eran César Vidal ha comentado que "como se suele hablar de tres regalos en el Evangelio de San Mateo se ha establecido que fueran tres pero no se sabe cuantos fueron".
Sobre la famosa estrella de Belén, César Vidal ha comentado que "Képler dio con la clave de la veracidad de la constelación". Ha contado que "si vas al texto griego y entiendes el contexto judío descubres que hay una referencia a un fenómeno astronómico ocurrido en el año siete antes de Cristo". Según el texto griego la constelación apareció en el crepúsculo y el texto del judío Abravanel "se esperaba al mesías en la conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis".
César ha destacado que "Cristo nació siete años antes de lo que se dice y nuestra época no se corresponde verdaderamente con el nacimiento de Jesús por un error en la Edad Media". Además según la profecía judía "el mesías tenía que nacer en la época en la que reinara un rey que no fuera judío, esa época sólo podía ser la de Herodes el Grande ya que no era judío sino que se había convertido formalmente".
Los magos, al ser expertos en astronomía, advirtieron el fenómeno, que se pudo ver tres veces, una en mayo, otra en octubre y la última a inicios de enero del año siguiente. Este conjunción, documentada sobre el año siete antes de Cristo, coloca el nacimiento de Jesús en la época de Herodes, que murió el cuatro antes de Cristo.
La verdad sobre el rey Herodes
La figura del rey de Judea siempre ha estado relacionada con la muerte de los niños inocentes pero según César Vidal "fue más sanguinario de lo que se conoce, lo de los inocentes fue 'pecata minuta' comparada con la trayectoria que llevaba".
César Vidal ha contado que "Herodes reinó durante treinta y seis años en los que no hubo ningún día en el que no hubiera una sentencia de muerte, mataba como si lo fueran a prohibir". Vidal ha señalado que mató a los dos maridos de su hermana Salomé, a su mujer, Marian, a dos hijos, Alejandro y Aristóbulo, a su suegra Alejandra, asesinó a un cuñado ahogándolo en el Jordán y cinco días antes de su muerte ejecutó a su hijo Antípatro". Además de todo eso "asesinó a fariseos, a miembros de la nobleza judía por miedo a que lo destronaran y a la práctica totalidad de la dinastía de los asmoneos".
Los romanos decían que "era mejor ser el cerdo de Herodes que el hijo de Herodes, ya que éste era judío y no comía cerdo". Sin embargo "Roma estaba encantada con Herodes ya que mantuvo la paz en la zona y fue un gran constructor". Según César Vidal "Herodes estaba espiritualmente deslegitimado y vivía con el temor a un castigo divino. Debido a eso la matanza de los inocentes está muy acorde con su psicología".