Marodel:
Está bien que reivindiques al señor Abad, de Burgos y español también. Pobre familia. Qué pena.
El terrorismo debería ser lo más perseguido en este mundo. Pena de muerte. Que luego siempre hay alguna puta amnistia que nos devuelve los asesinos a los ayuntamientos.
No fué la única víctima española; también murió allí un señor de apellido Abad nacido en Burgos y que trabajaba en Nueva York desde hacía algunos años.
Yo sí me alegro de la muerte de ciertos seres humanos, es necesaria y saludable; es más, la deseo y la llevaría a cabo yo mismo. La de Ben Laden, por ejemplo; o ya que estos días LD ha publicado un interesantísimo artículo sobre dictadores excéntricos. Había algunos de ellos que era para ahorcarlos con las propias manos de uno mismo